Tarjeta de crédito vs débito: las diferencias claves para saber cuándo conviene usar cada una

Por Equipo Santander Post | 28-07-2022 | 4 min de lectura

Detrás de las dos distintas formas de pagar por un bien o servicio, existen ventajas y desventajas que pueden influir en tu economía familiar. Qué beneficios tiene cada una y cómo saber cuándo utilizarlas. 

Con el efectivo cada vez más en desuso (por sus consecuencias al utilizarlo) y el nacimiento de nuevas tecnologías y plataformas de cobro por parte de los comercios (como por ejemplo Getnet) se abren las puertas de la implementación de las ya conocidas tarjetas de débito y crédito.

Para empezar, ambas alternativas de pago sirven para adquirir bienes y servicios, pero lo hacen de manera diferente. La de débito está asociada al saldo (el dinero) que tiene la persona en la cuenta bancaria. Cuando se saca el dinero del cajero automático o se realiza alguna compra con ella, el importe de la operación se descuenta automáticamente de la cuenta del titular. Si no tiene saldo suficiente, la operación será denegada.

Por otro lado, la de crédito, se puede comprar con dinero prestado por la entidad financiera. Es decir, en esta oportunidad, es posible pagar incluso si no se dispone de fondos, ya que es posible aplazar el cobro hasta el mes siguiente o en varios plazos, en cuotas, que muchas veces tienen un interés, es decir, un cobro extra por la transacción realizada.

Las ventajas de uno y otro

Cada una tiene sus pros y sus contras a la hora de utilizarlas. POST hace un resumen de sus beneficios de cada una: 

Los beneficios de pagar con débito 

  • Al pagar al contado, muchas veces, posee más opciones de descuentos.
  • No hay cobro de intereses o gastos extras al precio final del producto.
  • Mayor control de la capacidad de pago de la persona
  • No hay deudas a futuro y evita estar pendientes a las fechas de vencimientos para pagar el resumen final de la tarjeta

Los beneficios de pagar con crédito 

  • Permite realizar compras ‘urgentes’ cuando no hay suficiente dinero en la compra.
  • De ser puntual con los pagos de las cuotas, las personas crean un buen historial crediticio, es decir, permite mayores montos de créditos a futuro.
  • Alivia la economía personal al no deshacerse rápidamente de los pesos y pagar en cuotas, a veces, sin interés. 
  • Garantiza mayor seguridad frente con seguro anti fraudes 

Cuándo usar cada una

Vale aclarar que una no es mejor que la otra. Ambas opciones son válidas. Lo importante es conocer cuándo es mejor usar cada una para garantizar y mejorar la economía personal. No es lo mismo pagar un electrodoméstico en un solo pago con débito que en cuotas sin interés. Ser inteligentes a la hora de usar cada una, permitirá aumentar las posibilidades económicas.

Para el caso del crédito es clave saber cuándo utilizarla para no tener problemas después. No es lo mismo pagar cuando está a punto de “vencer” la tarjeta, que al día después de cuando llega el resumen. 

Cuando se realizan las compras del mes el día posterior al que llegó el resumen, la persona contará con 30 días adicionales para que vuelva a llegar el nuevo, más los 10 días de plazo para pagarlo. Expertos afirman que, en ese tiempo, de acuerdo a la inflación de ese mes, se puede llegar a ahorrar en promedio entre 6 y 7 %.  

Otro “buen uso” de la tarjeta de crédito es cuando las personas aprovechan planes como “Ahora 12” o propuestas sin interés cuando necesitan adquirir bienes durables como pueden ser electrodomésticos. Aquí harán la diferente por el valor de la cuota en relación con la evolución del crecimiento de precios, por ejemplo.

Por su parte, el débito marca un diferencial si sabemos cuándo utilizarlo. Su uso se hizo cada vez más fuerte e incluye también la propuesta de tarjetas virtuales, creadas específicamente para realizar pagos de forma rápida y segura por Internet y donde se cargan con el dinero que la persona quiera. 

En este caso, existe, a nivel minorista, un gran estímulo por parte de las marcas por ofrecer descuentos que hacen la diferencia a mitad de mes con propuestas que van de 10% hasta el 15% o más dependiendo la empresa. 

Con dicha tarjeta, además, las personas llevan un mejor registro de sus gastos y pueden equilibrar sus compras según sus ingresos. De esta manera, evita endeudarse y provocar desequilibrios financieros a corto/mediano plazo. Además, dicha tarjeta ayuda a ahorrar el dinero, ya que no genera deudas. 

De esta manera, mantener un equilibrio entre ambas será importante para garantizar una buena salud financiera que permita alcanzar todo aquello que las personas desean. 

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