Si bien la educación financiera fue creciendo considerablemente en los últimos años, aún existen personas excluidas. Este es el camino que queda por recorrer para una verdadera inclusión financiera.
La inclusión financiera en América Latina fue avanzando en los últimos años. Según Global Findex, entre 2011 y el 2021, el total de adultos que tienen una cuenta bancaria en una institución financiera o por medio de un proveedor de dinero móvil creció del 51% al 71%, gracias sobre todo a la digitalización.
Sin embargo, un reciente informe elaborado por Mastercard explica que, si bien la mayoría de las personas de Latinoamérica tuvo acceso a productos financieros básicos entre 2020 y 2023, el 21% todavía se encuentra excluido, planteando un gran desafío en la comunidad.
La educación financiera y qué desafíos plantea
La inclusión financiera es esencial para el desarrollo de las economías de los países de Latinoamérica. Entre los beneficios a la comunidad se destacan el aumento de inversiones y creación de empresas, un mayor control y seguridad sobre el dinero, la reducción de tarifas y la ayuda a hogares frente a las crisis, al permitirles acceder a herramientas de ahorro y seguros.
Omar de Lucca, consultor en economía y finanzas, explica a POST que tanto a nivel local como global deberían hacerse muchas cosas en materia de educación financiera. “En primer lugar, a nivel local, creo que es necesario un mayor apoyo educacional. Es importante enseñarles a los chicos el manejo del dinero”, declara el especialista.
“En mi caso, busco ayudar a las personas y brindarles educación financiera, buscando que se sientan más incluidos, se acostumbren a ciertas prácticas como, por ejemplo, tomar decisiones financieras con conocimiento”, añade. Para el experto es fundamental que se arranque “desde abajo”, es decir, desde los más pequeños.
“Es importante que las personas puedan distinguir algunos conceptos como crisis financiera y crisis económica. Además, es importante que tengan en cuenta los riesgos de sus finanzas para comprender los riesgos asociados a sus inversiones”, enfatizade Lucca. Con respecto al nivel global, el especialista señala que hubo graves errores que tuvieron consecuencias negativas importantes.
“Antes no se hablaba de inflación y hoy es un problema a nivel global, por lo que muchos que creían que nunca iban a tener este tipo de ‘inconveniente’ hoy lo tienen”, recalca. Sin embargo, el especialista admite que en el exterior hay más avance en materia de educación financiera. “Es importante recalcar la importancia que tiene inculcar este tipo de educación en los más pequeños. Es decir, enseñarles el valor del dinero, el esfuerzo y que el ‘banco de mamá y papá’ en algún momento va a desaparecer”, enfatiza. En esta línea, para De Lucca debería ser obligatorio en los colegios, al menos en el nivel secundario.
Santander y la inclusión financiera
La inclusión financiera ocupa un lugar destacado como facilitadora de otros objetivos de la Agenda 2030, es clave en ocho de los dieciséis objetivos y una de las prioridades de la banca responsable de Santander.
Para Santander, es importante ayudar a abordar los retos de inclusión financiera de los mercados en los que tienen presencia. En Latinoamérica, uno de los principales objetivos es garantizar a las personas el acceso al sistema financiero, mientras que en mercados maduros se garantiza que nadie se vea obligado a abandonarlo.
Además, este año Santander anunció que se aumentó el objetivo de inclusión financiera a cinco millones de personas a través de iniciativas de acceso, financiación y educación financiera para el período 2023-2025 con un tope de hasta 15 millones de personas. En este sentido, desde 2019, Santander ha logrado empoderar financieramente a 11,8 millones de personas, más de 1,1 millones de emprendedoras entre ellas, superando la meta que se había fijado en 2019, a través de las iniciativas y medidas de inclusión financiera, en los distintos países en los que operamos.
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