Las metodologías ágiles impulsan el trabajo en equipo y la flexibilidad con la intención de acrecentar la capacidad de adaptación de la empresa a cambios repentinos en su entorno. Conocé de qué se trata y mucho más.
Con el fin de aligerar tiempos de entrega, reducir costos y, así, aumentar la calidad de su producto, muchas empresas apuestan por su transformación digital y eligen sumar a sus proyectos el concepto de metodologías ágiles. Estas se han convertido en una herramienta esencial para las organizaciones que buscan mantenerse relevantes y competitivas. Su aplicación impulsa el trabajo en equipo y la flexibilidad que permite acrecentar la capacidad de adaptación de las compañías frente cambios repentinos en su entorno.
En diálogo con POST, Yamil Salomón, MBA y Licenciado en Administración, y profesor y capacitador en metodologías ágiles, explica de qué se trata esta perspectiva cada día más naturalizada y para qué se utiliza. “Las metodologías ágiles (MA) son enfoques modernos para la gestión de proyectos que enfatizan la flexibilidad, la colaboración y autonomía de los equipos de trabajo y la entrega rápida de productos”, inicia.
Bajo esta línea, añade que las mismas se rigen bajo un relajado plan de acción y explica por qué: “En lugar de seguir un plan rígido desde el inicio hasta el final, las metodologías ágiles permiten adaptarse a los cambios y a las necesidades emergentes del cliente. Están compuestas por ciclos de trabajo cortos e iterativos durante los cuales se planifican, desarrollan y revisan pequeños incrementos del producto”.
De acuerdo con el especialista, se requieren de cuatro componentes clave para la formación correcta de las metodologías ágiles. Entre ellas menciona a “los ciclos cortos y repetitivos, propuesta de valor incremental, equipos multitudinarios y autogestionados, y enfoque en el cliente para obtener su feedback en forma temprana”.
Los proyectos ideales para las metodologías ágiles
Las metodologías ágiles permiten adaptar las formas en las que se trabaja a las distintas condiciones del proyecto, y le proporcionan mayor flexibilidad e inmediatez en las respuestas para amoldarlo a las circunstancias específicas que requiere el entorno.
Consultado acerca de cuáles son los proyectos en los que este tipo de metodología es más adecuado, Salomón señala que son “en los que los requisitos pueden cambiar con frecuencia o no están completamente definidos desde el principio” y ejemplifica: “Esto incluye desarrollos de software, proyectos de innovación, y cualquier trabajo que involucre un alto grado de necesidad de adaptación”.
Podría decirse entonces que las MA son ideales donde prima la alta complejidad, la incertidumbre, la volatilidad, y la ambigüedad. De acuerdo con el especialista, estos entornos reciben el nombre de “VUCA” y son “típicos de los trabajadores de la era del conocimiento” y específica: “Son riesgosos, creativos, y con grandes posibilidades de éxito”.
Diferencia principal entre metodologías ágiles y las tradicionales
Antes de revisar las palabras de los expertos, es importante repasar de manera correcta de qué se trata una metodología tradicional. Es aquella que no suele ser flexible y no se adapta de proyecto a proyecto, sino que sigue su propio curso cada vez. De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad Privada en Santiago del Surco, Perú, las metodologías tradicionales “se centran en la planificación proactiva, donde factores como el costo, el alcance y el tiempo son importantes”.
Salomón explica que la principal diferencia entre la metodología ágil y una tradicional radica en “su enfoque hacia la planificación y ejecución del proyecto” y amplía: “En las metodologías tradicionales se suele seguir un plan detallado y secuencial, donde cada fase debe completarse antes de pasar a la siguiente (análisis, diseño, implementación, prueba y mantenimiento). En contraste, la metodología ágil es iterativa e incremental, y permite ajustes continuos y entregas parciales del producto a lo largo del proyecto. Esto fomenta una mayor flexibilidad y adaptación, a diferencia del enfoque más rígido y lineal de las metodologías tradicionales”.
De acuerdo con el experto, “las primeras, por lo general, están vinculadas al “project tracking” (desarrollo lineal, modelo tayloriano, modalidad waterfall o sistemas modulares lineales de trabajo), mientras que las segundas al “project steering””.
Las MA más utilizadas hoy en día
Hoy en día hay un gran número de metodologías ágiles utilizadas por las empresas. Sin embargo, si hubiese que destacar cuáles son aquellas que priman en este mundo serían, sin dudas, de acuerdo con el especialista, Scrum y Kanban.
“Scrum se basa en ciclos de trabajo cortos (sprints) y reuniones regulares para revisar y ajustar el progreso, promoviendo un enfoque estructurado pero flexible. Kanban, por otro lado, utiliza un tablero visual para gestionar el flujo de trabajo, enfocándose en la mejora continua y la eficiencia (es una metodología que ya tiene varios años en el mercado)”, señala.
Existen otras metodologías utilizadas por las compañías, y no menos importantes. Algunas de ellas son Extreme Programming (XP) la cual se centra en la calidad del software, Lean Startup, la cual se basa en la creación de nuevas unidades de negocios, OKR para gestión de indicadores, entre otras.
1 comentario
Excelente Lic. por su aporte!! es un genio en lo q hace.