¿Qué pasa con los datos personales que subimos a internet?

Por Equipo Santander Post | 09-05-2024 | 6 min de lectura

Al adentrarnos en el mundo de Internet y acceder a diferentes sitios web, es esencial proteger nuestros datos personales. Qué sucede con la información que compartimos en la web y cuáles son las prácticas óptimas para preservar la confidencialidad de nuestros datos.

En este mundo moderno, totalmente digitalizado y con constantes avances tecnológicos, resulta extraño que internet no forme parte de la vida diaria de una persona porque, muchas de las acciones cotidianas, requieren de la utilización de esta red. Sin embargo, con el aumento de los ciberdelitos, se debe tener mucho cuidado a la hora de brindar información personal en la navegación.

Un reciente informe elaborado en 2023 por las consultoras WIN y Voices! reveló que más del 11% de los argentinos sufrió algún tipo de delito vinculado a su cuenta bancaria o tarjeta de crédito. Y este problema está empeorando dado que, en investigaciones similares realizadas antes de la pandemia, que fueron consultadas para este trabajo de campo, solo un 8% de los encuestados reconoció haber sido víctima de estos delitos. 

Más globalmente, en varias oportunidades hemos leído noticias de filtración de datos de empresas grandes como Facebook que, en 2021, sufrió un episodio de filtración de datos personales. Según Statista, 533 millones de usuarios de la red social en más de 100 países vieron cómo su información personal había sido robada y filtrada de forma gratuita en internet. 

Cada vez que navegamos por la web, realizamos compras en línea, interactuamos en redes sociales o utilizamos servicios digitales, dejamos un rastro de datos conocido como nuestra huella digital. Esta huella puede ser recopilada, analizada y utilizada por empresas, gobiernos e incluso cibercriminales para diversos fines, desde publicidad dirigida hasta robo de identidad.

Puntualmente, cuando hablamos de datos personales, nos referimos a cualquier información sobre personas físicas o jurídicas. Es decir, nombre, DNI, domicilio, imágenes, situación bancaria, número de teléfono, etc. 

Todos estos datos, si son subidos a internet por pedido de una plataforma o empresa, deben respetar diversas regulaciones a nivel nacional, regional o internacional, dependiendo del acceso a esa información. 

Algunas regulaciones relevantes son las RGPD de la Unión Europea, la Ley de Protección de Datos de la OEA en Latinoamérica, Ley Gramm-Leach-Bliley (GLBA) en Estados Unidos, y la Ley de Protección de Datos Personales (Ley 25.326) de Argentina. 

Proteger nuestros datos personales es un derecho fundamental y todos debemos estar informados de los riesgos y medidas que podemos tomar para protegerlos.

Organización, recopilación y almacenamiento de datos personales

Hoy por hoy, los datos personales se recolectan y utilizan con mayor frecuencia. Por ejemplo, las empresas u organizaciones recopilan información para usarla en campañas de marketing, para mejorar sus servicios o bien para conocer más en profundidad a su público.

Por eso, es importante que los usuarios puedan comprender cómo funciona el sistema y cómo es que se guarda la información privada. En diálogo con POST, Pablo Lema, Ingeniero de Sistemas de Información especializado en Cloud y ciberseguridad y Growth Operations & Technology Expert de Ingenia, explica que los datos son almacenados en estructuras digitales que cumplen la función de bases de datos. 

Cuando compartimos información personal en línea es crucial comprender cómo se organiza, recopila y almacena para poder tomar decisiones informadas sobre nuestra privacidad. Pero, en general, los datos que cargamos en la web se guardan en estructuras digitales”, explica el ingeniero experto en ciberseguridad.

“Allí se categorizan por tipo para lograr rápido acceso a ellos (nombres o correos electrónicos) y se le agregan algunos datos adicionales (fecha de creación y ubicación) para contextualizarlos. Estas bases de datos se guardan en servidores físicos o en la nube repartidos en diversas ubicaciones, de forma encriptada, para protegerlos de que se pueda acceder a ellos directamente”, añaden.

Datos personales y datos sensibles: ¿son lo mismo?

Todos los datos personales de cada usuario tienen un valor importante y deben ser protegidos de la misma manera, aunque algunos, por su naturaleza, son considerados sensibles. 

Los datos sensibles son aquellos que pueden causar daño o afectar la privacidad, seguridad o derechos fundamentales de las personas si se divulgan, se accede sin autorización o se utilizan de manera inapropiada. Estos datos suelen incluir información personal sobre aspectos como la salud, la religión, la orientación sexual, las creencias políticas, el origen étnico o racial, entre otros. Se trata de datos personales especialmente protegidos, que ninguna empresa puede obligarte a brindarlos.

Los datos sensibles son regulados por normativas nacionales y regionales, y también por entidades bancarias, en casos donde se ingresen datos de cuentas o cajas de ahorro.

“Algunas medidas que se toman con estos datos sensibles son, obviamente, reforzar los mecanismos de seguridad para que el acceso a los mismos solo pueda realizarse mediante formas previamente definidas, para que no todo el personal pueda verlos sino solo algunas personas o por procesos puntuales. También se realizan restricciones sobre el uso de estos pudiendo emplearse para fines específicos y con medidas reforzadas de seguridad.  Además, un punto muy importante es que estos datos sensibles deben eliminarse de la base de datos de las empresas si su dueño así lo exige”, explica el especialista Lema. 

Protección de datos personales: ¿responsabilidad de las personas o las empresas?

Como una generalidad, los cuidados de esos datos sensibles deberían ser una tarea compartida entre las empresas, reguladas por los organismos, y por los usuarios, que siempre tienen la responsabilidad de proteger su información privada.

Por un lado, las empresas son reguladas para que implementen medidas de seguridad contra accesos indebidos y, a la vez, ser transparentes con los usuarios en la forma que recopilan, usan y protegen sus datos. Por otro, los usuarios deben asegurarse de tomar medidas como utilizar contraseñas seguras, tener los dispositivos actualizados y con antivirus activo y ser precavidos de dónde ingresan su información personal procurando navegar siempre por sitios confiables”, concluye Lema.

En última instancia, proteger nuestros datos personales en internet no es solo una cuestión de seguridad, sino también de preservar nuestra autonomía y privacidad en un mundo cada vez más digitalizado. Es fundamental tomar medidas proactivas para proteger nuestra información y educarnos sobre las mejores prácticas de seguridad en línea. Al hacerlo, podemos disfrutar de los beneficios de la era digital sin comprometer nuestra privacidad ni nuestra seguridad. 

Recomendaciones para proteger datos personales en internet

La Agencia de Acceso a la Información Pública de Argentina estableció 5 recomendaciones para los ciudadanos que realicen cualquier actividad digital que implique la cesión de datos personales:

  1. Revisar la política de privacidad: para informarse sobre el manejo de los datos, su propósito, protección, etc. 
  2. Utilizar fuentes confiables: es fundamental descargar aplicaciones para los dispositivos desde sitios seguros para evitar el robo de datos o identidad. 
  3. Ajustar la configuración de privacidad: los usuarios deben decidir qué información desean compartir o restringir con otros usuarios y con las empresas, así como gestionar los permisos de acceso a las distintas funciones de los dispositivos (cámara, galería de imágenes, ubicación, etc.)
  4. Navegar en redes seguras en internet: se recomienda conectar los dispositivos a redes de internet confiables y, en redes públicas, evitar acceder a sitios web o aplicaciones que contengan información sensible, como aplicaciones bancarias o billeteras virtuales.
  5. Conocer los canales de comunicación para ejercer los derechos. 

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