Huella de carbono: cuánto se genera en vacaciones y cómo se puede reducir

Por Equipo Santander Post | 30-03-2023 | 9 min de lectura

El traslado, el alojamiento, las actividades y las compras durante los tiempos de descanso suelen ser grandes fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero. Cuánto generan promedio los argentinos y cuáles son las claves para reducirla (y aportar al cuidado del  medio ambiente).

No es lo mismo viajar en auto que en avión; consumir productos a base de plásticos, que aquellos degradables; o incluso alojarte en un hotel que está comprometido con el medio ambiente.

Cada decisión, sea cual sea la estación del año, implica más o menos emisiones de gases de efecto invernadero que pueden afectar a nuestro planeta. Específicamente en épocas de vacaciones, la huella de carbono puede elevarse aún más. 

Pero antes de adentrarse específicamente en el sector y lo que genera en el ambiente, es importante entender la pregunta de por qué es importante que las personas sean conscientes de la huella de carbono que generan. 

La huella de carbono es un indicador que permite estimar las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) que realizan las personas con sus actividades y hábitos diarios. Estos GEI son liberados a la atmósfera por individuos, organizaciones, eventos y productos, y son traducidos en emisiones de CO₂ equivalente

Es decir que la huella de carbono es una forma de estimar el impacto ambiental que provocan los individuos. Por eso es importante que tanto personas como empresas sean conscientes de la misma, para poder así implementar mejoras en las prácticas de consumo y disminuir su huella de carbono”, comparte.

El turismo y su impacto

Así como en otras industrias, desde el sector turístico empiezan a tomar las riendas y actuar en pos de un medio ambiente más sano. 

“La toma de conciencia en torno a la huella de carbono generada por la industria del turismo está creciendo, tanto por parte de las empresas del sector como por parte de los viajeros”, comenta Federico Falcón, director de The Carbon Sink, el primer Marketplace para medir y compensar la huella de carbono.

El cambio sucede cuando los datos están disponibles y se conocen. Por eso, a modo de referencia, la compañía analizó 3 tipos de viajes que hacen los argentinos para conocer cuál es la huella de carbono de cada uno y el impacto generado por su traslado y hospedaje: 

  • Viaje familiar. En el caso de una familia tipo de 4 personas que viaja por una semana desde Buenos Aires a Pinamar en auto, se calcula una emisión promedio de 507 kg de CO2e. Este cálculo considera un recorrido de 800 km, un promedio de traslados internos de 4 km por día y el hospedaje en un hotel 3 estrellas en dos habitaciones.
  • Viaje en pareja. Viajando dos personas en avión de Buenos Aires a Brasil ida y vuelta, incluidos los traslados al aeropuerto, generan aproximadamente 1.297 kg. de CO2e. El hospedaje en un hotel 5 estrellas durante 6 noches adiciona 235 kg de CO2e. Sin duda, viajar en avión aumenta considerablemente el impacto ambiental. Para dimensionar el impacto de esto, se debe considerar que 1.300 kg de emisiones de CO2e equivalen a 1 algarrobo cortado.
  • Viaje de una sola persona. Viajar a Nueva York en avión a Buenos Aires ida y vuelta, y los traslados al aeropuerto a cada punto emite 2.575 kg de CO2e. El hospedaje en un hotel 3 estrellas durante 6 noches podría generar 78 kg de Co2e.

“Durante nuestras vacaciones, la principal fuente de emisión de CO2e se produce en los traslados hacia el lugar -y con mayor impacto si son en avión- y los traslados en el destino. Pero también se producen durante el alojamiento, las actividades recreativas y las compras que realizamos, tanto por la energía y alimentos que se consume, así como también por los residuos que se generan”, aclara Falcón.

Ahora ¿cómo se calcula la huella de carbono? En esta oportunidad, a través de TheCarbonSink.com, las personas pueden calcular en forma gratuita la cantidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero que generaron durante un período de tiempo, que puede ser un año o lo que haya durado las vacaciones: es decir, su huella de carbono. 

“Con solo completar algunas preguntas en relación con nuestro estilo de vida, traslados y uso de recursos, la calculadora devuelve el total de huella de carbono en toneladas de CO2 equivalente. Además, te explica cómo se distribuye y, lo más interesante, a cuánto equivale respecto de otras medidas como árboles cortados o kilómetros recorridos en auto o avión”, especifica el Director de la empresa. 

Otra manera de medir la propia huella de carbono es a través de las calculadoras digitales que ofrece WWF, el Fondo Mundial para la Naturaleza (en inglés World Wide Fund for Nature), una organización no gubernamental que se encarga de la conservación del medio ambiente. En su página web, mediante una serie de preguntas, las personas podrán medir su impacto según sus respuestas.

Sumado a esta opción, se encuentra las soluciones para medir que ofrece Santander en distintos puntos del mundo. En países como España o Chile, crearon una nueva funcionalidad en su app y web que permitirá a las personas -usuarios de la entidad- medir su propia huella de carbono a partir de las compras realizadas con sus tarjetas. Por otro lado, estará la posibilidad de realizar un seguimiento de la actividad sostenible del cliente. 

Revertir el panorama

El turismo es una industria con un gran potencial para reducir y mitigar su impacto en el ambiente. Falcón revela que, en primer lugar, sería muy valioso que puedan ofrecer a sus clientes “la posibilidad de medir la huella de carbono de sus vacaciones o traslados, para que puedan tomar una decisión informada y a conciencia a la hora de elegir, por ejemplo, el medio de transporte”. En este sentido, -agrega- hay una gran oportunidad para la promoción de una movilidad baja en carbono, como los buses o trenes, en reemplazo de la aviación, que es el que tiene mayor impacto en emisiones. 

Por otro lado, los hoteles o alojamientos tienen muchas oportunidades para implementar acciones que promuevan el consumo de energía responsable, el ahorro de agua, la reducción y la separación de residuos en origen, entre otros aspectos. “Para que esto sea posible, es necesario el trabajo articulado con los municipios o gobiernos de los destinos turísticos, para que puedan implementar procesos de gestión de residuos responsable, y promoverla entre residentes y visitantes”, dice en conversación con POST.

El turismo no solo lo hacen las personas que ofrecen un servicio o producto, sino también aquellos que consumen y van a disfrutar de sus vacaciones. “Las personas tienen que valorar y respetar la biodiversidad de los destinos, cuya belleza los atrae, evitando la contaminación con residuos u otros materiales no pertenecientes al lugar”, comparte el director de The Carbon Sink. Sumado a esto, la compañía comparte consejos para disminuir el impacto ambiental de las vacaciones:

  1. Es preferible elegir un destino turístico menos popular, ya que a mayor cantidad de visitantes, aumenta el impacto ambiental. Diversificar los destinos, genera además beneficios económicos en comunidades menos elegidas. 
  2. Considerar opciones de alojamiento que tienen menor impacto ambiental, como campings, casas de familia u hoteles con políticas de cuidado del ambiente. 
  3. En un espacio natural, procurar disponer correctamente los residuos, y si en el destino no hay tachos, llevarlos de regreso.
  4. Al comprar regalos y recuerdos, elegir artesanos y emprendedores de producción local. Así se contribuye a la economía local y se evitan las emisiones generadas por el traslado de productos de otras regiones.
  5. Viajar en el transporte con menor impacto. Priorizar el tren, el colectivo o el auto.

Por último, comentan que, más allá de la medición, tienen a disposición una “tienda” desde la que las personas pueden elegir opciones para compensar la huella generada y neutralizarla. 

Entre las propuestas de la tienda se encuentran la posibilidad de financiar proyectos con impacto ambiental y social positivo para que retiren carbono de la atmósfera, o de adquirir bonos certificados en proyectos que ya han retirado carbono de la atmósfera, todos ubicados en Latinoamérica.

Santander en la playa

Siendo la playa el lugar por excelencia en las vacaciones, Santander se hizo presente para realizar una acción que contribuye con el medio ambiente. Este año, con base en Pinamar, encabezó la limpieza de playa en la costa argentina, junto a la organización local “Pinamar conciencia”

La actividad se enmarca en las acciones que realiza la entidad financiera para reducir su huella de carbono y acompañar a las personas en el cuidado del medio ambiente. La recolección de residuos es una necesidad de cada día y en época de vacaciones no tuvo descanso. 

En esta oportunidad, para desarrollarla en la playa, Santander puso a disposición maquinaria especializada que permite repasar la arena hasta cinco centímetros de profundidad y recoger los materiales. A través de una serie de filtros, permite que la arena vuelva a su lugar ya limpia, mientras que los residuos se almacenan en un contenedor apropiado para entregar luego a la cooperativa. El proceso termina cuando la cooperativa reutiliza los materiales para producir productos de triple impacto que tienen el fin de motivar el consumo responsable y la economía circular.

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