Evitar este tipo de gastos es fundamental para mantener un presupuesto equilibrado e impedir el desperdicio de recursos financieros. Descubrí de qué se trata y cómo ser conscientes de ellos.
Los “gastos hormiga” son esos pequeños desembolsos de dinero que las personas realizan de manera casi imperceptible en su día a día pero que, sumados a lo largo del tiempo, representan una parte significativa de sus ingresos.
Son muchos los gastos que se pueden incluir en esta lista. Algunos de los ejemplos habituales pueden ser: comprar un café todos los días, suscribirse a servicios de streaming adicionales que no se utilizan con frecuencia o hasta adquirir alimentos o snacks para “picotear” fuera de casa con regularidad.
Lo que hace que los gastos hormiga sean problemáticos es su acumulación silenciosa y su impacto en las finanzas personales de los individuos a largo plazo. “La planificación y el control son clave para evitar que estos pequeños desembolsos se conviertan en un problema”, señala en entrevista con POST, Ariel Cohen, Editor de Finanzas y Mercados en el Cronista Comercial.
A menudo, se tiende a subestimar el costo real de estos pequeños gastos, ya que son considerados insignificantes en el momento de realizarlos. Sin embargo, al analizarlos en conjunto, pueden sorprender al ver cuánto representan en términos monetarios al final del mes.
“El hecho de que un gasto hormiga pueda existir y pueda funcionar está ligado probablemente por la cuestión sentimental, emocional, que estés pasando por ese momento, por otros factores como el tiempo, por la ubicación geográfica y, por supuesto, por la falta de previsibilidad”, explica Carolina Suárez, periodista en relaciones de consumo.
Por esta razón, es importante identificarlos y controlarlos para mantener un presupuesto equilibrado y evitar el desperdicio de recursos. Para ello, se debe llevar un registro detallado de todos nuestros gastos, ya sea utilizando aplicaciones de presupuesto o simplemente anotándolos en un cuaderno. Este registro permitirá identificar patrones de gasto y áreas en las que se puede reducir o eliminar gastos innecesarios.
“Los gastos hormiga nos toman por sorpresa. Esto es porque no los tenemos en cuenta, no los registramos o porque son dosificados y no los registramos. Por eso, lo ideal es tratar de planificar en qué gastamos nuestros ingresos”, explica Cohen y remarca que es necesario “generarnos una suerte de cultura de nuestra administración”. Aunque parezca riguroso, una buena idea es planificar a qué tipos de gastos vamos a asignar nuestros ingresos.
Cohen recomienda armar una planilla de Excel donde se pueda tener presente todos los ingresos, en otra columna, poner los gastos habituales, tales como alquileres, celulares, internet, seguros, traslados, entre otros. “Con ese registro podremos registrar con más precisión qué tenemos, qué nos falta y dónde poner el ojo para que esos gastos hormiga no nos vuelvan a sorprender. En las redes suelen haber algunas plantillas preformateadas para la planificación financiera”, agrega.
Por otro lado, es fundamental establecer límites claros y planificar las compras con anticipación. Antes de realizar una compra impulsiva, es útil detenerse y reflexionar si realmente necesitamos el artículo en cuestión o si podemos prescindir de él. Practicar el autocontrol y evitar las fuentes de tentación también pueden ayudar a mantenerse en el camino hacia una gestión financiera más saludable.
Es por esto que Suárez remarca que es muy importante tener una planificación clara de cuáles van a ser los gastos e incluso incluirlos dentro de un presupuesto: “Ahí podés darte cuenta de qué es un gasto hormiga, qué no, cómo evitarlo y a fin de mes vas a tener en claro cuánto gastaste y por qué gastaste.”
Tomar estos recaudos es importante, ya que pueden pasar desapercibidos, pero su impacto en las finanzas puede ser significativo a largo plazo. Al tomar conciencia de estos gastos y adoptar medidas para controlarlos, se puede mejorar la salud financiera y trabajar hacia el logro de los objetivos económicos planteados.
¿Cómo reducir los gastos hormigas?
Para hacerlo, será fundamental evaluar qué gastos se consideran imprescindibles, reemplazar algunos por opciones más económicas y eliminar aquellos que se alejen de los propósitos definidos. Una manera de hacerlo puede ser:
Poner una alerta e identificar estos gastos
Anotar en una libreta, una hoja de cálculo en la computadora o una aplicación móvil cada compra inesperada inferior a 20.000 pesos. Así, se empieza a mapear aquellos gastos que, si se evitan, pueden representar un ahorro a largo plazo.
Ponderar
Se debe evaluar cuáles de esos gastos que se anotaron en la planilla es posible eliminarlos. Un consejo: hacerlo de cara a los propósitos de este año.
Tomar decisiones y empezar a construir el cambio
Elegir los productos que generen un ahorro. Empezar a ser consciente de cada compra por más pequeña que sea y “analizar” si vale la pena. De esta manera, se construye un cambio de hábito que puede generar grandes ahorros a futuro.
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