La Argentina lidera en la región el porcentaje de participación de candidatas mujeres para puestos de trabajo en la industria tecnológica, con un promedio del 45% del total de los postulantes, alrededor de 10 puntos por encima de Uruguay y Brasil, que cuentan con un nivel del 35%.
Siendo el sector tecnológico un ámbito en el que aún pisa fuerte la brecha de género, resulta importante y necesario destacar el posicionamiento de Argentina frente a otros países de la región sobre este tema. En Latinoamérica, por encima de Uruguay y Brasil, el país se ubica como líder con un 45% de participación femenina en las candidaturas a puestos relacionados con la tecnología, de acuerdo con un informe publicado por la firma BairesDev.
Contextualizando a nivel mundial, no es dato menor mencionar que, de acuerdo a estudios recientes realizados por la ONU y la UNESCO, un 56% de los trabajadores del campo STEM (ciencia, tecnología, ingeniería, y matemática, por sus siglas en inglés) son mujeres, aunque por el momento sólo un 14% de quienes llegan a los más altos puestos lo son, demostrando que aún hay un largo camino por recorrer hacia la igualdad.
El informe presentado asegura que Argentina “es uno de los países de la región establecidos como hub de tecnología, que proporciona talento bilingüe calificado”. El mismo denota que, si bien la escena está aún fuertemente dominada por la participación masculina, el camino ya está marcado hacia lo que podría ser un futuro medianamente cercano ideal.
De acuerdo con Marcelo Shen, Country Manager de EZVIZ Argentina, la mujer tiene un rol importante dentro de la industria tecnológica, ya que, en muchos casos y según investigaciones, “ayudan a mejorar la innovación técnica, son mejores en la resolución de problemas, y tienen más productividad e innovación”. Además, asegura que el aumento de la participación femenina en la tecnología es clave “para abordar los principales desafíos globales como el desarrollo, sobre todo porque contribuyen a un mejor diseño y elegancia de los equipos y dispositivos”.
La influencia positiva de las mujeres en el área ha hecho que cada vez sea más grande su participación, derribando barreras y desmitificando diferentes cuestiones que han sido afirmadas durante años. Para el experto, “las tecnologías como el smart home hacen parte de innovaciones que contribuyen en general en Argentina, pues se amplía la posibilidad de participación para que el crecimiento de la mujer en la industria no pare y siga siendo tan importante como lo es hoy en día”.
Rompiendo estigmas: cómo se siente el cambio desde adentro
Aunque día a día pareciéramos estar más cerca de un panorama de equidad ideal, el camino no es sencillo y quienes lo viven desde adentro saben realmente cuáles son las pequeñas luchas a enfrentar día a día en el camino de la inclusión y de la eliminación de la brecha.
En diálogo con POST, Lucía Bustamante, Design Manager y fundadora de Mujeres IT en Uruguay, explica cuál es su visión sobre la actualidad de las mujeres en el mundo de la tecnología, y de qué manera ha cambiado la perspectiva de quienes lo ven desde afuera. “Aún hoy en día se sigue viendo a la mujer como el género sensible, maternal, creativo, mientras que el varón es el lado lógico, arriesgado y ambicioso. Esos sesgos de género que están tan arraigados en las sociedades son una gran piedra en el camino hacia la equidad”, subraya la experta.
Sin embargo, destaca también que en la actualidad “la mujer se ha empoderado más, se ha animado a desempeñarse en roles vistos como ‘masculinos’, y hasta ha decidido priorizar su educación y su desarrollo profesional por sobre el familiar”. En sintonía, explica que el crecimiento de la mujer en el área “cambia la visión de la sociedad frente a la mujer en tecnología, derriba sesgos de género, y genera modelos de rol para que sirvan de ejemplo e inspiración para otras, rompiendo así estigmas y barreras.”
En pocos años, el cambio en el área y el crecimiento de la participación femenina se disparó de manera precipitada. Esto llevó a un cuestionamiento de por qué de pronto, empresas que jamás habían tenido en cuenta esta participación, decidieron apostar por la incorporación de mujeres en sus equipos de trabajo tecnológicos.
“Está comprobado que empresas con equipos diversos tienen mayor rentabilidad”, explica Bustamante al respecto. Además, indica que las empresas en las que hay mayor diversidad de género han visto mejores resultados económicos que aquellas con mayor disparidad: “Las compañías en el top 25 de la diversidad de género superan financieramente a las demás, es decir, la diversidad es clave para el crecimiento y sostenibilidad de las organizaciones”, señala.
¿De qué manera se sigue construyendo hacia un futuro más inclusivo?
La respuesta no es sencilla y requiere sin dudas de la alineación de diversas aristas para que todo funcione correctamente. Bustamante hace hincapié en esta lucha diaria, y si bien considera que aún falta bastante camino por recorrer, no es demasiado tarde. “Estamos en un momento clave para cambiar la realidad que vivimos, y una de las claves para que esto suceda es informar para derribar mitos y prejuicios: desmitificar lo que significa trabajar en tecnología, que solamente se trata de programación e ingeniería, y que, por el contrario, hay un abanico enorme de áreas en las cuales desarrollarse”, asegura, invitando a quienes se sientan interesadas a “animarse a intentarlo”.
Estamos en un momento en el que es importante la concientización y la información acerca de todas las opciones que hay disponibles para las mujeres, que no son pocas y que son cada vez más accesibles. Educar desde que son niñas y adolescentes para que conozcan sus opciones y elijan su futuro conociendo realmente todas sus opciones, dando así lugar también a la creación de más y más puestos para cumplir con la demanda.
Bustamante ofrece a POST su punto de vista acerca de la formación, y asegura que hay varias opciones muy alentadoras. “Hay muchas comunidades de mujeres en tecnología en Latinoamérica, lo cual ayuda a visibilizar a las mujeres en el área, generando más modelos de rol. Estas comunidades brindan apoyo no solamente técnico, sino para el desarrollo personal, lo cual, por ejemplo, contribuye a mitigar el síndrome del impostor que sufren varias mujeres y que les impide entrar a la industria o crecer dentro de ella”, enfatiza.
Los procesos de formación creados “por mujeres para mujeres” suponen un ámbito “seguro” en el que no solo se brinda formación profesional, sino también se ofrece apoyo y educación personal con el fin de lograr una comunicación más asertiva y justa en el mundo profesional.
Para finalizar, Bustamante reflexiona acerca de la actualidad de las mujeres en el mundo tecnológico. “Las mujeres aún sentimos que debemos demostrar más que los varones a la hora de aplicar a una posición o en nuestro desempeño en las empresas”, explica, y cierra que es justamente por eso que, desde su lugar, en su comunidad y como mujer en tecnología en general, “trabaja fuertemente este aspecto, que muchas veces es olvidado: el brindar apoyo emocional y desarrollo de habilidades esenciales (soft skills) para que las mujeres puedan sentirse más seguras y encontrar su valor”.
Aún no hay comentarios