Gracias a lo últimos avances tecnológicos, es posible conocer datos de los jugadores como el rendimiento durante los entrenamientos, el historial de lesiones y el desempeño en los partidos. Conocé cómo la IA ha cambiado el deporte y qué beneficios tiene su aplicación.
En los últimos meses, la inteligencia artificial ha revolucionado muchos aspectos de nuestra vida laboral y cotidiana. Asistentes virtuales, generadores de imágenes y hasta desarrolladores de código, todos digitales, han surgido gracias al auge de la IA.
Después del Mundial de Qatar, quedó en evidencia la manera en que las herramientas artificiales han incidido en el deporte, transformándolo en una experiencia mucho más personalizada, inmersiva, inclusiva e incluso detallada gracias a la revolución de la inteligencia artificial. No solo los deportistas pueden dar cuenta de ello, sino también empresarios, cuerpo técnico, árbitros e incluso fanáticos.
Según explica Camila Manera, cofundadora y directora de datos en Libro de Pases, la IA viene atravesando todas las industrias. “En el deporte, las principales aplicaciones que vemos y que se están trabajando hoy son el análisis y trackeo de deportistas. Se utilizan muchos data points como el rendimiento de entrenamientos, lesiones y partidos para analizar las fortalezas de los jugadores, optimizar el entrenamiento y desarrollar las mejores estrategias”, sostiene.
Pero la IA no solo llegó para cambiar el rendimiento deportivo, sino también para introducirse en las experiencias. “También existe el fan engagement, que consiste en evaluar el comportamiento y preferencias a la hora de ofrecer una experiencia única y entrenamientos con realidad virtual, en donde incluso se permite simular situaciones reales”, agrega la experta.
Explorando las transformaciones
Podría decirse que el universo deportivo ha aumentado su presencia de manera significativa desde que la inteligencia artificial se volvió parte de su presente. Si bien globalmente podría decirse que el mundo se ha acostumbrado a ver estas incorporaciones en el mundo del fútbol, todas las ramas deportivas se vieron afectadas por este fenómeno y han logrado maximizar sus capacidades gracias al mismo.
En diálogo con POST, Lucas Bracamonte, director del Departamento de Extensión Profesional en Sports Data Campus y la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), se refiere a las formas en las que la IA se ha hecho presente en el mundo del deporte, no solo ahora sino en sus primeras apariciones. “No se trata de algo reciente, se ha estado implementando durante varios años en diversas formas, incluyendo inteligencia automática, asistida, autónoma e incrementada”, explica.
Y agrega: “cada una de estas formas de IA se usaban en aplicaciones como estimación de valores en GPS cuando existían pérdidas de información, seguimiento de balones a través de cámaras, análisis de imágenes y videos para extraer información y calcular métricas avanzadas y en cámaras térmicas para analizar la fatiga muscular”.
Puntualmente, respecto a la performance técnico-táctica en deportes de equipo como el fútbol, “la tecnología de visión por computadora puede capturar todos los eventos de un partido de todos los jugadores, permitiendo detectar patrones de comportamiento”. De esta forma, asegura, es posible determinar “la eficacia y calidad de los pases de cada jugador, encontrar nuevas posiciones según el comportamiento más allá del lugar que ocupa en el campo y calcular métricas avanzadas relacionadas con la probabilidad de anotación considerando todo su contexto”.
Hay una cosa clave que se debe tener en cuenta al momento de comprender el empleo de la IA en el deporte: monitorear a los atletas es un “proceso fundamental que debe realizarse para interpretar la respuesta ante diferentes estímulos, tanto aquellos que se presentan en entrenamientos y competencia, hasta aquellos que se presentan en la vida cotidiana”. Esto explica en diálogo con POST Lucas Gabriel Liotta, Máster en Alto Rendimiento Deportivo y fundador de Olympik University, quien también se refiere a los distintos tipos de tecnologías que se emplean hoy en día para esto.
“Un claro ejemplo son los ‘Sistemas de Seguimiento Electrónicos de Rendimiento’ conocidos como EPTS (Electronic Performance & Tracking Systems), que tienen como propósito registrar y analizar datos acerca del rendimiento de un jugador, por ejemplo, cuánta distancia recorrió o cuál fue la velocidad máxima alcanzada”, sostiene. El especialista menciona también el Sistema de Posicionamiento Global y el Sistema de Posicionamiento Local, como otras dos herramientas que brindan información de variables del rendimiento físico por medio de sensores.
A su vez, Liotta habla también de los “Sistemas de Tracking Óptico”, los cuales son “un sistema de cámaras especiales, instaladas en los estadios, que permiten detectar los movimientos que realizan los jugadores y el balón”. De acuerdo con el experto,, si bien los sistemas son lo suficientemente avanzados como para brindar información en tiempo real, la misma “debe ser contextualizada y analizada por personal competente, que pueda crear criterios para tomar decisiones”.
Para ejemplificar acerca de la importancia del contexto, Liotta cita un caso particular: “Pensemos en lo siguiente: un cuerpo técnico de fútbol está recibiendo información sobre la cantidad de pases que están realizando sus centrales durante el transcurso del juego, un central tiene el 90% de eficacia en sus pases y su otro central tiene un 60% de eficacia en sus pases. A simple vista parece que un central tiene un mejor desempeño que su compañero, sin embargo, al hacer un análisis profundo, sus pases siempre fueron a compañeros cercanos sin oposición, mientras que su compañero hace pases más arriesgados, filtrando la pelota entre líneas defensivas generando más opciones de juego. De esta forma es posible comprender que este central tiene una mayor visión periférica y lectura del juego, aportando mayores situaciones que puedan llevarlos a la victoria”, aporta. Liotta define este tipo de capacidades como un “feedback de lo que está sucediendo”, asegurando que el gran triunfo de la IA radica en el aporte de un “gran valor analítico” de las personas que la utilizan.
¿Qué beneficios trae la IA en el universo deportivo?
Bracamonte aporta que “la inteligencia artificial está democratizando la toma de decisiones en el mundo del deporte”. De acuerdo con el especialista, podría decirse que la IA “nivela el campo de juego al hacer que el análisis de datos esté al alcance de todos”. La incorporación de esta herramienta volvió al deporte algo mucho más inclusivo, permitiéndole a “equipos y atletas de todos los niveles analizar el rendimiento, prever tendencias y ajustar las tácticas de una manera mucho más eficiente y precisa”.
De acuerdo con Bracamonte, gracias a la globalización y expansión de la IA en el deporte es que equipos de fútbol de todas las divisiones (incluso las más bajas) “pueden analizar el rendimiento de los jugadores y los patrones de juego utilizando software de IA, lo que les permite hacer ajustes tácticos basados en datos en lugar de confiar únicamente en la intuición”.
Además, la incorporación de inteligencia artificial se ha vuelto un aliado para cuidar la salud de los atletas. Si bien todos los deportes profesionales cuentan con su equipo de profesionales médicos y físicos especializados en el cuidado de los deportistas, la IA puede usarse con fines predictivos para prevenir lesiones, sobreentrenamiento y nuevas cargas adecuadas. El experto asegura que la herramienta es de gran ayuda al momento de “dosificar y seleccionar el entrenamiento”, pero que debe hacerse de manera personalizada con el fin de formular recomendaciones acertadas y precisas para cada individuo.
Más allá del campo de juego
No debemos olvidar que el deporte es mucho más que los deportistas: empresarios, cuerpos técnicos, preparadores físicos, médicos e incluso los fanáticos forman parte del universo que da vida al culto del deporte profesional.
A partir de esta premisa, podemos asegurar que la IA ha mejorado la experiencia para todos ellos de distintas maneras que se unen en un objetivo común: hacer del deporte algo más preciso, inclusivo, y global. Liotta apunta a que el rendimiento de todas las partes puede mejorar a partir del feedback brindado por la IA en tiempo real. “Los dirigentes de equipos y entidades deportivas, gerentes deportivos, personal a cargo del marketing y aficionados se encuentran atravesados por las nuevas tecnologías presentes, que cambian la manera de vincularse e interactuar con el deporte”, considera.
Si hablamos particularmente de los espectadores, el experto indica que la IA puede mejorar su experiencia “al ofrecer análisis en tiempo real, estadísticas avanzadas y gráficos interactivos durante las transmisiones deportivas. Esto brinda una comprensión más completa del rendimiento de los atletas y aumenta la participación de la audiencia”.
Además, la misma brinda cada vez más experiencias inmersivas. “Próximamente los fanáticos tendrán la posibilidad de interactuar con los datos en tiempo real de la competencia y cómo se desenvuelve cada atleta. Sumado a que podrán ver partidos en 3D y participar de diferentes eventos, cada vez conectarán y disfrutarán más cada encuentro deportivo”.
El experto además añade que la IA transforma la experiencia de los fans incluso dentro de los estadios, mejorando su experiencia mediante la “optimización de las rutas de tráfico y las filas de los servicios de comida y bebida”. Además, señala como punto de suma importancia que la inteligencia artificial “está siendo utilizada para combatir problemas como el racismo y la discriminación en el deporte, por ejemplo, al analizar las redes sociales y las interacciones en línea para identificar y tomar medidas contra el comportamiento discriminatorio”.
Tanto Liotta como Bracamonte coinciden en que el empleo de IA va más allá de lo mencionado y también es beneficioso para agentes de marketing, analistas deportivos, periodistas, médicos, y fisioterapeutas.
Tendencias futuras: ¿qué podemos esperar?
El futuro de la inteligencia artificial es incierto y emocionante. Si bien no sabemos realmente qué cosas nos deparan a mediano o largo plazo, es posible estimar o imaginar algunas de ellas a partir de las tendencias vigentes y la constante actualización del mercado a través de las redes sociales.
Para Bracamonte, un factor muy importante es el impacto social que la IA está generando a través del deporte. “Está ayudando a hacer que el deporte sea más inclusivo, por ejemplo, al permitir que personas con discapacidades participen en los deportes a través de prótesis y exoesqueletos controlados por IA”, explica, augurando por una incorporación más rápida y efectiva de estos aspectos.
Sin embargo, el especialista asegura que aún hay áreas pendientes de exploración, como la intersección entre lo subjetivo y lo objetivo del deporte. Según su consideración, en algún momento quizás haya sistemas que permitan analizar y cuantificar aspectos como “el instinto de un jugador, la química de un equipo o incluso la intimidación que el mismo puede ejercer sobre sus oponentes”.
A partir de las potenciales modificaciones que puedan existir, todas basadas en principios éticos rigurosos y justos, Bracamonte considera que probablemente existan también cambios en los reglamentos y en las formas en las que se gestionan los deportes a medida que la IA se vuelve más prevalente. “Esto podría incluir cosas como la adopción de tecnología de IA para asistir o incluso reemplazar a los árbitros en algunos deportes o el uso de análisis basados en IA para informar las decisiones de contratación y gestión de los equipos”.
Por su parte, Liotta se refiere a las tendencias que parecieran avecinarse en un futuro más cercano, como “la realidad aumentada y realidad virtual, que permitirán crear experiencias de entrenamiento inmersivas y personalizadas”, mejorando el aprendizaje de nuevas habilidades y “la simulación de situaciones de competición para los atletas, ayudando al staff técnico a nuevas propuestas innovadoras en las tareas diarias”.
Respecto de las posibilidades a largo plazo, el experto estima que la IA podría avanzar “hacia la predicción del rendimiento y la personalización de planes de entrenamiento en función de los datos genéticos y biomarcadores de los atletas. Igualmente, considera que aún es una utopía pensar en una tecnología que brinde información sobre la dosificación de carga exacta que debe realizar un atleta para generar una adaptación correspondiente, que le permita mejorar su rendimiento y llevar al límite su potencial físico.
La ética, como punto crucial del eslabón
Es importante tener en cuenta los fundamentos éticos de la inteligencia artificial a la hora de utilizar esta herramienta como un espacio seguro para construir realidades.
Bracamonte plantea algunas preguntas que deben tenerse en cuenta al momento de pensar en los desafíos éticos: “¿cómo garantizamos que la IA se utilice de manera justa y ética? ¿Cómo nos aseguramos de que no se utilice para obtener ventajas injustas? ¿Y cómo protegemos la privacidad y los datos personales de los atletas en una época en la que la IA puede recoger y analizar enormes cantidades de datos sobre ellos?”
Finalmente, Liotta añade que no deben perderse de vista los aspectos relativos a la privacidad de los usuarios, los cuales deben analizarse detenidamente. “La confianza en los algoritmos y la seguridad de los datos del usuario son aspectos cruciales que deben considerarse en el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial en el campo de las ciencias del ejercicio”, culmina.
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