Las cuentas bancarias digitales ya incorporan todas las ventajas del mundo virtual con los clásicos beneficios que otorga la banca. En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber.
En los últimos años, la tecnología avanzó a pasos agigantados, desplazando los pagos en efectivo y digitalizando la economía. Esto, sin lugar a dudas, generó una gran cantidad de beneficios, sobre todo para la población más vulnerable ya que se democratizó el acceso a los servicios bancarios.
Sin embargo, muchas cuentas digitales carecen de ventajas que históricamente ofrecen los bancos, como es el caso de la garantía de los depósitos. En este sentido, los bancos crearon una cuenta digital que une lo mejor de ambos mundos, convirtiéndose en una opción muy superadora.
Billeteras virtuales vs cuentas bancarias digitales: cuáles son las principales similitudes
Las billeteras virtuales cuentan con similitudes y diferencias con las nuevas cuentas bancarias digitales. Entre sus similitudes se encuentra la posibilidad de tener más de un titular en cada cuenta, facilitando la operatoria en el caso de necesitar compartir la cuenta como, por ejemplo, aquella que se utiliza para un negocio con varios socios.
Con respecto a los pagos de beneficios sociales por ANSES y el ofrecimiento de fondos comunes de inversión, en el primer caso está permitido en ambas cuentas, mientras que la segunda opción depende de cada entidad, pero no está prohibido en ninguno de los dos casos.
Además, ambas permiten los pagos y cobros de impuestos y servicios por cuenta y orden de terceros, como también las dos tienen la posibilidad de emitir tarjetas de crédito. A esto se incluye la posibilidad de realizar transferencias pull y push.
La primera consiste en una transferencia electrónica de fondos que se hace de forma inmediata, usando el dinero que una persona tiene en otra cuenta de su propiedad, mientras que la segunda son envíos de fondos que se debitan de la cuenta de un cliente y luego estos se acreditan en la cuenta de la persona a la que le quiere enviar el dinero de forma instantánea.
Billeteras virtuales vs cuentas bancarias digitales: cuáles son las principales diferencias
Una de las diferencias más importantes son las monedas con las que se puede operar. En el caso de las cuentas virtuales, únicamente se pueden realizar transacciones en la moneda local, es decir, pesos argentinos, mientras que las cuentas bancarias digitales permiten operaciones en pesos, dólares, euros e incluso yuanes.
Otra diferencia clave es la posibilidad de cobrar el sueldo, la jubilación y/o la pensión, ya que en la actualidad no está permitido en el caso de las billeteras virtuales. A su vez, estas últimas no cuentan con la garantía del Sistema de Seguro de Garantía de los Depósitos.
Esta, en términos simples, consiste en un “seguro” para el cliente, ya que, si hipotéticamente sucediese algo con la entidad en la que se tiene dinero, el BCRA responde por ese monto (hasta $6.000.000), mientras que en las cuentas virtuales se pierde el capital.
A su vez, por normativa del Banco Central, las cuentas virtuales deben tener el 100% de los fondos de sus clientes depositado, en todo momento, en cuentas a la vista en pesos en entidades financieras del país.
Este hecho genera varios perjuicios: por un lado, los clientes, al no contar con la garantía previamente mencionada, no solo asumen el riesgo de la entidad con la que operan, sino también de la entidad financiera con la que esta opere, lo que se traduce en un doble riesgo. Por otro lado, las empresas que tienen estos fondos digitales no pueden invertirlos, mientras que los bancos si. Por eso se puede afirmar que los clientes de las billeteras virtuales tienen menores beneficios.
Otro hecho no menor es la posibilidad de operar, en el caso de las cuentas bancarias digitales, con cheques, utilizando esta herramienta como medio de financiación, mientras que en las virtuales no solo no se puede emitir cheques, sino tampoco cobrarlos.
Por último, las entidades que únicamente ofrecen cuentas virtuales no cuentan con sucursales, a diferencia de los bancos. Este hecho es crucial, ya que muchas veces las personas necesitan resolver inquietudes de forma presencial.
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